Hoy ha sido un día de locos. Muchos de mis clientes me han avisado que cierran negocio durante las 2 semanas que viene. Otros en cambio siguen trabajando y seguimos con los proyectos aunque con dudas de hasta cuando y de que manera.
Es cierto que dos semanas “sin facturar” son muchos días. Porque no son dos semanas “sin gastar”.
Los costes persisten, los impuestos están a la vuelta de la esquina. Todos caen periodicamente en tu cuenta bancaria, y no parece que nadie vaya a perdonarnoslos.
Seguro que cada uno sacará sus conclusiones de esta nueva crisis.
De golpe y porrazo todo el mundo debe trabajar virtualmente. Llevo años predicando pero me topo con unas resistencias terribles. Los españoles somos muy del contacto, del trato directo y no hemos hecho nuestros deberes preparando nuestras organizaciones a los nuevos métodos de trabajo.
Ahora, algunas empresas producen menos pero pueden seguir trabajando, planificando, desarrollando, o sea hacer actividades quizas no tan productivas pero si muy importantes para sus negocios. Los que no estuviesen preparados… simplemente se quedan bloqueados.
Al final, cuanto más elementos de tu negocio fuesen virtuales, más probabilidades de afrontar con éxito este impas.
Cosa a parte son las grandes empresas (Telefónica, Eléctricas, Bancos). Tienen unos edificios enormes llenos de empleados trabajando a diario. Muchos están constantemente restructurando plantillas o con ERES porque las cifras no salen adecuadamente.
Pero ahora, de un día para otro, tienen los edificios vacios y la gente trabajando en casa.
¿Significa esto que no necesitan estar en la oficina?
Menudo ahorro tendrían si pasasen de tantas oficinas y fuese “todo” teletrabajo. Quizas las cifras saliesen mejor y no necesitasen jugar con las carreras de las personas para satisfacer sus accionistas.
En cualquier caso, el coronavirus va a cambiar el mundo. De muchas maneras y el modo de trabajar va a ser uno de ellos. Uno que se resistia mucho a integrarse en la vida de muchos profesionales y directivos pero ahora ya no habrá escusa.
¿Porque vamos a pagar viajes a los diputados a Bruxelas cuando pueden perfectamente hacer las reuniones remotamente? Fuera dietas, fuera asistententes, etcc.
Si han podido hacer reuniones de crisis nuestros presidentes, ¿porque debemos asumir todos los gastos actuales?
Por mi parte intentaré aprovechar este tiempo para planificar y ayudar a los que lo necesiten a desarrollar su trabajo virtual. Si te interesa, sigue este tema para aprender como puedes aprovechar este tiempo.